«Entrar en casa de sus abuelos fue para Miguel lo mismo que entrar en una novela, porque sólo en una novela era imaginable encontrar aquel mundo magnífico, fascinante como un reino de leyenda. La oscuridad antigua y enigmática de la antesala aparecía atravesada por un haz soberbio de luz limpia en el que el aire flotaba majestuoso y casi visible.
Una anciana de pelo canoso y sonrisa tenue le dijo mi niño, mi niño, por fin has llegado. «Ya casi no te acordarás de mí, la última vez que te vi aún no sabías hablar», añadió, y Miguel, dejándose besuquear, contempló la panoplia con sables y las cristaleras de colores. Después ella le tomó de la mano, dijo ya sabes lo que ha dicho el médico, que debes guardar cama una temporadita, y echó a andar despacio por el pasillo larguísimo.
Miguel miraba las habitaciones que iban dejando a ambos lados y era como si ante sus ojos alguien pasara con rapidez las páginas de un libro mágico».
Así comeza La ternura del dragón, a deliciosa novela de Ignacio Martínez de Pisón.
Os lectores que pretendan atopar explicación á curiosidade do dragón que debuxou Gisela Navarro Fuster para conmemorar o San Jordi 2018, poden ler o relato de Ray Bradbury.
E proseguir coa lectura da narración de Antón Riveiro Coello.