martes, 1 de marzo de 2016

MIENTRAS LOS DEMÁS BAILAN, Ángela Vallvey

ÁNGELA VALLVEY, Mientras los demás bailan, Destino, Barcelona, 2014, 512 páxinas.

[NC VAL mie]

Madrid, 10 de febrero de 1945

   Lo único que le quedaba de Jaime a Melchora Mínguez era un informe escrito a máquina que la joven había leído mil veces después de mostrárselo a sus nuevos amos. Lo normal sería que, cuando dejase de trabajar como doncella para los señores De la Vera, ellos mismos le escribieran otro certificado que podría presentar en caso de tener que solicitar empleo en otra familia. La muchacha lo sostuvo un momento entre las manos, observándolo con la mirada perdida e incrédula, como se examinan las pruebas de un crimen. Era el clásico informe que incluía el nombre de la joven, de cuyos servicios Jaime había prescindido, la duración en el puesto, la clase de trabajo que efectuaba y unas pocas palabras acerca de su honradez, discreción y competencia. Estaba impreso en papel timbrado de la oficina de Jaime. Melchora lo leyó por enésima vez, con dificultad, aunque esta no fue la única ocasión en que sus ojos se nublaron al hacerlo:

   Certifico que Melchora Mínguez ha estado a mi servicio durante dos años como doncella. Es honrada, escrupulosa y fiel en el cumplimiento de su deber; trabajadora y dócil. Deja mi casa por motivos familiares, muy a pesar mío. Estoy dispuesto a dar cuantos informes se me soliciten de ella.

Firmado:
Jaime Quijano y Aranguren Palavicino-Haartmund,
marqués de Astudillo


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