HANS MAGNUS ENZENSBERGER, El diablo de los números, Siruela, Madrid, 2006, 258 páxinas.
[087 ENZ dia]
Hacía mucho tiempo que Robert estaba harto de soñar. Se decía: Siempre me toca hacer el papel de tonto.
Por
ejemplo, en sueños le ocurría a menudo ser tragado por un pez
gigantesco y desagradable. O se deslizaba cada vez más hondo por un
interminable tobogán. Ya podía gritar cuanto quisiera ¡Alto! o
¡Socorro!, bajaba más y más rápido, hasta despertarse bañado en sudor.
Hasta que un día apareció el diablo de los números.
Robert
se alegró de no soñar esta vez con un pez hambriento, y de no
deslizarse por un interminable tobogán desde una torre muy alta. En su
lugar, soñó con una pradera. Miró a su alrededor y vio, justo delante de
él, a un señor bastante viejo, bastante bajito, que le miraba con ojos
brillantes.
El hombre le gritó:
- ¡Soy el diablo de los números!
Pero Robert no estaba de humor para aguantarle nada a semejante enano.
- En primer lugar –dijo-, no hay ningún diablo de los números.
- ¿Ah, no? ¿Entones por qué estás hablando conmigo, si ni siquiera existo?
- Y en segundo lugar, odio todo lo que tiene que ver con las Matemáticas.
Así
comienza el libro de Hans Magnus Enzensberger titulado El diablo de los
números y subtitulado Un libro para todos aquellos que temen a las
Matemáticas.
Durante
doce noches, el diablo de los números visitará los sueños de Robert
para descubrirle algunos de los secretos de las Matemáticas. Y, sobre
todo, para hacerle ver que no son esa cosa tan terrible y tan
insoportablemente insufrible que la mayoría de los niños (y de los
adultos) piensa.
Ayudado
por su magia, el diablo le descubrirá los secretos de nuestro sistema
de numeración y de las letras utilizadas por los romanos; los números
primos y los triangulares; las raíces cuadradas y las potencias; los
conejos que Fibonacci utilizó para descubrir su famosa serie y la forma
de hacer figuras geométricas casi imposibles de hacer…
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