martes, 14 de xuño de 2016

PARA UNA VEZ QUE ME ABRAZAN, Pablo Albo

PABLO ALBO, Para una vez que me abrazan, Alzira, Algar, 2012, 168 páxinas.

[NC ALB par]

   Dicen  que  es  peligroso  despertar  con  sobresalto. Estoy de acuerdo. No debe de ser bueno. Pero mortal tampoco, porque yo sigo vivo y aquella noche me desperté dos veces con el alma en vilo y con todos los pelos de punta.
   La primera fue cuando noté que alguien recostaba su cabeza en mi hombro. No es muy habitual que se apoyen en mí mientras duermo. En mi habitación  no  me  suele  pasar,  y  eso  que  dicen  que  murió mi abuelo en ella. No llegué a gritar porque me di cuenta enseguida de que era Eva y me acordé de casi todo: de por qué estaba allí conmigo, de que seguíamos en Tabarcla y de cómo habíamos llegado a aquella cala junto al mar para pasar la noche.


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