Luns 9 de Novembro
19:00 horas
Libraría Biblos
Rúa Santiago 4
Betanzos
Al pensar en todo aquello, sintió un gran temor, se apoyó hacia delante, con todos los músculos de la boca interna que había revelado el secreto en completa tensión, aunque en su interior revoloteaban ya en medio de una dicha multicolor, como un collage hecho de los cuadros de Keith Hering, un hombre y una mujer abrazados, bailando, riéndose, lanzando al aire a puñados los estambres de su amor; y sus momentos de intimidad, se solazó pensando, en los que cuanto más daban más recibían; ahora tomó aire ruidosamente, con el corazón golpeándole las paredes interiores de su cuerpo, el rubor la asfixiaba, tenía mucho calor y se sentía como una completa adolescente, aunque intentó centrarse recordándose todas las veces que se había jurado olvidarlo y cómo se había grabado en el cerebro, en escritura cuneiforme, que todo aquello no tenía ya sentido, que no, que no podía ser, que no había lugar para ello...
DAVID GROSSMAN, Delirio, Lumen, Barcelona, 2011, páxina 195.
Ningún comentario:
Publicar un comentario